Enclavado al norte de la provincia de Valladolid, el Ecomuseo de Tordehumos nos devuelve a las raíces de la cultura rural, recordándonos cómo vivía y trabajaba la población de Tierra de Campos.
Para conservar la memoria de la sociedad rural se ha recreado una casa de labranza, haciendo alusión a lo básico de la vida, con una alcoba como lugar de descanso y recogimiento y una cocina como espacio entrañable para elaborar las comidas, pero también como sitio de tertulia y ámbito de trabajos domésticos. Podemos revivir viejos tiempos contemplando sus cacharros de barro en torno a la chimenea, sus muebles antiguos y un sinfín de enseres y útiles tradicionales, que las mujeres utilizaban para conservar los productos de la matanza, elaborar el queso y el pan, hilar la lana, bordar su ajuar, lavar la ropa y un largo etcétera de actividades más, que nosotros hemos definido como quehaceres de la mujer rural.
También se han dado cita en el Ecomuseo varios de los oficios rurales. Aperos y herramientas que en otros tiempos sirvieron al agricultor para labrar la tierra, al zapatero para hacer las botas y zapatos, al pastor para guardar las ovejas, al herrero para hacer las herraduras al ganado, al albañil para construir las casas de barro, al carpintero para trabajar con la madera y al curandero para transformar las plantas medicinales en remedios caseros.